Los operadores logísticos son empresas capaces de desarrollar tareas para otras empresas a lo largo de toda la cadena de suministro a través de estrategias y procesos altamente especializados.

El operador logístico es uno de los actores más importantes dentro de la cadena de suministro pues, dependiendo de su nivel de especialización, incide en mayor o menor grado en las operaciones logísticas que mueven la mercancía de su cliente hasta su destino final.

¿Qué entendemos por operador logístico?

Cuando hablamos de un operador logístico hablamos de empresas especializadas en ofrecer sus servicios dentro de las distintas partes de la cadena de suministro. Pueden abarcar desde la gestión del almacén hasta la entrega de la mercancía en el destino final, lo que se conoce con el nombre de “última milla”.

Los operadores logísticos tienen la gran responsabilidad de diseñar y organizar todos los procesos, o gran parte, de la cadena de suministro de sus clientes.

Según el artículo 122 de la Ley 16/1987, de 30 de julio, de Ordenación de los Transportes Terrestres el operador logístico queda definido como “la empresa especializada en organizar, gestionar y controlar, por cuenta ajena, las operaciones de aprovisionamiento, transporte, almacenaje o distribución de mercancías que precisan sus clientes en el desarrollo de su actividad empresarial”.

Esta definición puede ser ampliada con acciones como el diseño logístico, formas de protección de mercancías, o el control de inventarios. Incluso podemos ir más allá con tareas mucho menos comunes con el apoyo a acciones de marketing promocional como la gestión de cupones de ganadores, premios, gestión de campañas de contacto de ganadores etc.

Principales funciones de un operador logístico

Basándonos en la definición anteriormente expuesta, podemos afirmar que las tareas de un operador logístico comprenden 4 grandes áreas:

  1. Aprovisionamiento
  2. Almacenamiento
  3. Transporte
  4. Distribución

En la fase de aprovisionamiento o adquisición se produce el procesamiento de los pedidos siendo preparados para su entrada en el almacén a través de operaciones relacionadas con los espacios que ocuparán y su logística en cuanto movimientos para optimizar el tiempo y el lugar que requieren para ser almacenados y posteriormente distribuidos. En este sentido el inventario de productos y su gestión resulta determinante. Dentro de la cadena de suministro, esta fase de aprovisionamiento engloba acciones tan tempranas como el diseño de producto, su fabricación, la gestión de los pedidos y su transporte hasta su primera entrada en el centro logístico. Con la llegada de productos se deben iniciar las acciones de inventario que preceden al almacenamiento de los ítems.

En la fase de almacenamiento podemos hablar de acciones relacionadas con el manejo de mercancías dentro del almacén tales como la preparación de pedidos, es decir, todo lo que tiene que ver con la confirmación de un pedido en el almacén, su selección, embalaje, empaquetado y programación de envío. Para la correcta gestión de esta clase de actividades los operadores logísticos se apoyan en el uso de software específico que ayuda en las tareas de seguimiento del inventario, la preparación de las listas de envío, la gestión del stock o hasta la generación de documentos económicos y fiscales que complementen y sostengan todas estas operaciones.

Una vez sale del almacén se inicia la fase de transporte que consiste en el traslado de los productos desde el centro logístico hasta su siguiente destino. Esta es una de las fases más complejas ya que existen múltiples posibilidades dependiendo de que tipo de transporte estemos utilizando (terrestres, aéreo o marítimo) y el tipo de comercio de mercancías (nacional o internacional). Baste decir, por ahora, que en esta fase es fundamental que la trazabilidad del producto quede asegurada en todo momento desde su salida hasta su llegada en destino.

Por último, nos queda hablar sobre la distribución de mercancía que comparte características similares con la fase de transporte. La distribución de mercancías se especializa de hacer llegar el producto al cliente final y puede englobar también acciones de postventa que inicien un nuevo ciclo de logística inversa con la devolución del producto. En la fase de distribución encontramos el último trayecto, denominado “última milla” que distribuye la mercancía por la ciudad de manera capilar y se encarga de optimizar los repartos por distintas zonas ramificando las entregas. Quizá es una de las fases más delicadas pues entra en juego el binomio “producto-cliente final”, con el nivel de exigencia que ello conlleva.

Tipos de operadores logísticos

Según su grado de implicación dentro de la cadena de suministro podemos clasificar en 4 niveles los distintos operadores logísticos. Existe una clasificación, de menor a mayor competencia, encargada de organizar a los operadores en función de sus atribuciones, los llamados “Party logistic” (proveedores de logística):

  1. Los 1PL (first party logistic) son los proveedores que prestan servicios de transporte de mercancías incluyendo la entrega y recepción de envíos.
  2. Los 2PL son aquellos que, aparte del transporte, prestan servicios como el almacenamiento de productos.
  3. Los 3PL que abarcan además de los dos anteriores niveles una personalización y adaptación específica a las necesidades de la empresa contratante, entendiéndose más como un socio estratégico a largo plazo dentro de la cadena de suministro. Actúan como intermediario entre el fabricante y sus clientes.
  4. En el último nivel encontramos los 4PL. Se parecen a los operadores de tercer nivel si bien en este cuarto nivel no se realizan operaciones físicas, éstas quedan relegadas hasta el tercer nivel. Aquí lo que se realizan son tareas de supervisión de la logística, planificación, gestión, integración de tecnología, consultorías y todo aquello relacionado con un nivel logístico en base a capacidades técnicas y conocimientos que les permiten optimizar la cadena de suministro. Este último grupo cuenta con un conocimiento muy avanzado del negocio del cliente y pone toda su experiencia para mejorarlo. Por eso este tipo de proveedores suele tener relaciones muy estrechas y continuadas en el tiempo con ellos.