El futuro de la logística cada vez es menos futuro y más presente. La tecnología, la automatización, el gobierno del dato, las alianzas empresariales, la contratación de suelo logístico y la especialización jugarán (o juegan) un papel muy relevante en el sector.  

El futuro ya está aquí

En una etapa como la que vivimos, con una pandemia mundial de la que aún no hemos salido, el sector de la logística ha experimentado cambios motivados por la propia inercia del sector y acelerados por la necesidad de movilizar las mercancías en un contexto como el que hemos vivido.

Podemos decir sin miedo a equivocarnos que la logística y su digitalización han ganado cada vez más peso en las empresas. El objetivo que persiguen es claro: servir los productos en menos tiempo y con menos costes, además de afianzar los procesos logísticos de manera suficientemente sólida como para hacer frente a los imprevistos que puedan surgir en el futuro. Es decir, buscan llevar a cabo la gestión del riesgo como modo de preservar la totalidad de la cadena de suministro.

Y se está consiguiendo gracias a una fuerte inversión en tecnología. Gracias a las mejoras tecnológicas podemos conocer la trazabilidad completa de la cadena y nos permiten realizar acciones de subsanación en cualquiera de sus eslabones si se produjeran desastres o imprevistos. Pero aún va más allá. Gracias al Big Data y el análisis de la información podemos anticipar futuros problemas, por ejemplo, en la rotura de stock, problemas logísticos o de producción y, lo que es mejor aún, solventarlos en ese mismo instante, en tiempo real, gracias a las posibilidades de conectividad que ofrecen las redes 5G.

Si se invierte en mejoras tecnológicas y en la digitalización de procesos se consigue mejorar la productividad de las empresas, y esto se traduce en un buen Retorno de la Inversión (ROI).

Por otro lado, las empresas deben tener también en el horizonte los acuerdos del clima y conseguir una emisión de gases contaminantes cada vez menor a través de una flota de transportes más tecnológica y adecuada a las bajas emisiones. La capacidad operativa irá cada vez más orientada al comercio electrónico a través de estos pilares: tecnología, automatización, digitalización y ecología.

La eficiencia ecológica es posible gracias a ubicaciones más estudiadas y próximas, rutas circulares de mercancías, vehículos eléctricos, hubs logísticos urbanos para la última milla… y todo ello controlado gracias a tecnologías de análisis de datos que permitan dinamizar cargas, redireccionarlas en caso necesario, balancear picos de trabajo etc. con el objetivo de una mejora continua y una eficiencia cada vez mayor.

Logística sostenible

Controlar riesgos y reducir costes

A esta tecnología la debe acompañar un protocolo de respuesta estudiado y definido previamente al que se pueda acudir para consultar en caso de que el problema o en caso de que se detecte una amenaza.

Gracias al 5G podemos ver en tiempo real el funcionamiento de la dinámica logística y tomar medidas correctoras sobre la marcha. Es decir, pasamos, y esto es importante, de un modo de hacer logística a posteriori a uno a priori o, al menos, ipso facto.

Este cambio en el modo de proceder no solo afecta a la parte logística si no que puede engarzar, además, con la parte de operaciones relacionada con la producción. De esta manera, producción y logística se vuelven un bloque sólido que controla toda la cadena hasta la entrega del producto y fomenta la eficiencia, con el ahorro de costes y la disminución de riesgos que esto supone. Esto, volviendo a los términos de seguridad, posibilita el control de las amenazas y su resolución en tiempo real en caso de que aparezcan.

Teniendo en cuenta todos estos avances, podemos entender las fuertes apuestas económicas que las empresas están abordando para conseguir digitalizar su cadena de suministro. Una tendencia que ya venía desarrollándose tiempo atrás pero que ha sufrido un fuerte repunte debido a la crisis del covid y la necesidad de las empresas de digitalizar sus procesos en tiempo record.

Alianzas

Todos estos cambios en el control de la cadena a través y gracias a la tecnología traen como consecuencia nuevos movimientos empresariales. Con la fusión o alianzas de empresas nacen integradores potentes en todos los eslabones de la cadena. Nuevos players entran al sector a través de la creación tecnológica, start ups o empresas provenientes del comercio electrónico. Empresas locales encuentran acomodo dentro de este nuevo paradigma al volverse la cadena de suministro cada vez más extensa y compleja.

El comercio electrónico amplia la tarta del negocio logístico al que se han sumado empresas de correo postal que ven como su cifra de negocio vira desde los antiguos envíos de cartas y mensajería hacia una mayor especialización de la entrega de productos en la última milla. Se están creando alianzas potentes entre empresas que solo unos años antes no hubieran podido competir con las grandes corporaciones y su capacidad económica para emprender unilateralmente proyectos tecnológicos de gran envergadura.

También la mano de obra está ofreciendo un alto valor añadido al ser cada vez más especializada. Las regulaciones del mercado laboral todavía están por concretarse y definirse aún más, al igual que debe hacerlo la tecnología para ayudar a controlar todos estos frentes que se abren en cada una de las partes de la cadena de suministro. La tecnología, la automatización de procesos y las alianzas empresariales juegan un papel importante en un mercado de rápida adaptación, con un crecimiento anual sostenido del ecommerce al que se adaptan las cadenas de suministro concediendo al comercio electrónico un mayor peso frente al tradicional comercio de retail.

Ubicaciones

Las contrataciones del suelo logístico cada vez son mayores, siendo especialmente importantes en el centro del país. Las ampliaciones de suelo logístico que se están produciendo entre Madrid y Barcelona son muy importantes donde el corredor del Henares está viendo ampliar su actividad, al igual que sucede en la provincia de Guadalajara, donde grandes compañías se están situando. Y es que la ubicación se está volviendo un factor fundamental para los clientes del mercado inmologístico donde las cadenas de suministro marcan las ventajas competitivas y por ende los resultados financieros de las compañías.