Evidentemente, la pandemia del COVID-19 dejó en evidencia una notable desventaja de localizar los centros de producción de grandes corporaciones occidentales en China y otros países del sureste asiático. Los atascos en la actividad portuaria y la muy comentada “crisis de los contenedores” son algunos de los motivos por los que muchas multinacionales están repensando su cadena de suministro. En este contexto, la relocalización de la industria está surgiendo como opción. Asegurar la continuidad de la producción y el suministro de los mercados parece prevalecer como prioridad en la etapa postpandemia, por encima de los costes de manufactura.

Lo cierto es que la relocalización tiene una serie de ventajas para la supply chain que trataremos de resumir a continuación.

¿Qué es la relocalización?

Hablamos de relocalización cuando las empresas -en mayor medida manufactureras- deciden mudar sus instalaciones a puntos geográficos más cercanos a los mercados que atienden. De esta manera, agilizan el suministro a estos de materias primas o productos terminados. Igualmente, reducen notablemente los costes de logística y transporte. Esto puede significar o no el retorno al país de origen de la fábrica.

En décadas anteriores, los costes de manufactura y otras facilidades que ofrecían China y otros países asiáticos resultaron atractivos para muchas multinacionales. Esto hizo que gran parte de la producción industrial mundial se concentrara en ellos. Todo parecía ir muy bien, con pocos inconvenientes, hasta que estalló la crisis del COVID-19. La contingencia sanitaria puso a prueba la fortaleza de muchas cadenas de suministro y no pocas colapsaron. Por otro lado, el incremento mundial de las compras por ecommerce -tendencia que se mantiene tras la pandemia- también complicó la logística de entregas.

Circunstancias como estas y los enormes atascos de contenedores en los principales puertos del mundo, así como las frecuentes tensiones políticas entre Oriente y Occidente, están impulsando la relocalización de las cadenas de suministro. Esto incluye la diversificación de la red de proveedores para garantizar el suministro aún en los peores escenarios.

Decisiones políticas

El planteamiento de relocalizar las industrias también está en el interés de los gobiernos. En particular, la administración Biden en Estados Unidos ya demostró sus intenciones de apoyar el retorno a ese país de diversas cadenas de suministros esenciales. Específicamente, materias primas, productos farmacéuticos y componentes informáticos, entre otros, considerados activos estratégicos.

En la misma línea, la Unión Europea presentó un documento en el que da un espaldarazo al retorno de cadenas de suministro específicas internacionalizadas al territorio de la Comunidad. Particularmente, las que proveen productos estratégicos y de aquellos cuyo suministro ha tenido dificultades recientemente. Con esta iniciativa, la UE pretende disminuir considerablemente la dependencia que tiene Europa de las importaciones de productos desde diversos países del mundo. El referido documento, aprobado por el Parlamento Europeo, predice la  expansión de nuevas pandemias, desastres naturales y hasta ciberataques que podrían comprometer el suministro de insumos prioritarios en la Región.

Principales ventajas de la relocalización en la cadena de suministro

En principio, relocalizar las cadenas de suministro puede requerir significativas inversiones y una selección exhaustiva de proveedores cercanos y fiables de materias primas. Asimismo, debemos entender que este proceso no puede darse de un momento a otro y que requiere de una planificación a medio y largo plazo. Sin embargo, las ventajas que pueden obtenerse del mismo bien valen el esfuerzo. Analicemos brevemente algunas de ellas:

La relocalización proporciona mayor estabilidad en el suministro

Si bien los mercados internacionales cuentan con costes de producción y envío relativamente más convenientes, también suponen inconvenientes para las empresas. Por ejemplo, las cadenas de suministro más largas que dependen de operaciones de transporte a grandes distancias pueden generar problemas operativos cuando acontecen circunstancias como la pandemia del COVID-19.

Como dijimos, las tensiones políticas y comerciales entre Estados Unidos y China y el actual enfrentamiento entre EEUU y la UE con Rusia por la invasión de Ucrania, crean una inestabilidad nada conveniente para la supply chain. Esta lleva a los responsables de adquisiciones a evaluar las debilidades de sus cadenas de suministro internacional y a reconsiderar su dependencia de la subcontratación.

Si encuentras proveedores más cercanos a tu empresa, tienes más probabilidades de evitar plazos de entrega muy extensos y retrasos en los envíos. Aún en caso de interrupciones eventuales. En el futuro, esto te proporciona una mayor capacidad de recuperación.

Mejor trazabilidad de la supply chain

En efecto, la relocalización agiliza el acercamiento de la producción a los consumidores finales. Esto facilita un mejor y mayor control sobre toda la cadena de suministro; en particular por el empleo de tecnologías y soluciones de trazabilidad eficaces. A día de hoy, cuando la supply chain está evolucionando para ajustarse a las nuevas situaciones económicas y sociales es indispensable contar con recursos de visibilidad integral de todo el proceso.

La relocalización facilita operaciones de negocio más sostenibles

En concreto, los Estados miembros de la UE cuentan con regulaciones ambientales y de ética en cuanto a las condiciones laborales que ofrecen las empresas a sus trabajadores. Gracias a estas regulaciones, es poco probable que los proveedores locales o cercanos proporcionen productos de calidad inferior a la esperada por tu compañía. O que tenga prácticas laborales poco éticas dentro de sus procesos. Esto te da mayor control sobre los detalles involucrados en la cadena de suministro.

En esta perspectiva, contar con proveedores locales o en Estados vecinos de la UE que desarrollen prácticas sostenibles, mejora la relación con tus clientes. Mejor aún, mientras más cercana sea la procedencia de los suministros, más cortas serán las distancias a recorrer para transportarlos. Esto repercute en una logística más eficiente y con menos emisiones. De hecho, son muchos los consumidores que prefieren comprar a empresas que demuestran sus esfuerzos para mejorar el planeta y reducir su huella de carbono.

Ahorro de costes operativos

Como sabemos, China llegó a liderar la cadena de suministro global durante un largo período de tiempo. Sus bajos costes laborales le permitían mantener este dominio. Pero es notorio que su economía interna está en pleno crecimiento y, por tanto, sus costes laborales están aumentando. Incluso más que en Europa. A los efectos de implementar la relocalización de las industrias, es posible aprovechar la automatización de procesos con la finalidad de ayudar a equilibrar el coste de la reubicación.

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